- Loida Gonzalez
LA VISIÓN DE LAS CUATRO BESTIAS. DANIEL 7
INTRODUCCIÓN
Como hemos visto, los primeros seis libros del profeta Daniel son principalmente históricos; y los últimos seis son proféticos. El sueño y las visiones de los capítulos 7 y 8 ocurrieron durante el reinado de Belsasar, rey de Babilonia, antes que los medos y los persas se hicieran con el poder. Hoy vamos a tratar acerca de estas cuatro bestias y su relación con el sueño del rey Nabucodonosor. El v. 3 expresa que esas cuatro bestias subían del mar. El mar significa naciones gentiles. (Apo. 17: 15).
CUATRO IMPERIOS MUNDIALES. Daniel 7:3-7. El profeta define a la primera bestia como un león con alas de águila. Este león representa a Babilonia. El león es considerado el rey de los animales y el águila, el rey de las aves, lo cual es adecuado para definir a Babilonia y a su orgulloso rey. Las alas arrancadas sugieren la humillación de Nabucodonosor y su posterior restablecimiento y conversión al Dios verdadero. (Ver Daniel 4: 22, 26). Corresponde a la cabeza de oro del sueño.
La segunda bestia, (Daniel 7:5) representada por el oso, representa a Media y Persia, que sustituyeron al gobierno babilónico. Persia fue más poderosa que Media, de ahí el costado alzado del oso. Las tres costillas que devoraba fueron las naciones que conquistaron, Babilonia al oriente, Lidia, en Asia Menor y Egipto, al sur. En el sueño de Nabucodonosor representa el pecho y los brazos de plata.
La tercera bestia está representada por el leopardo (Daniel 7:6), lo cual es figura de Grecia. Sus cuatro alas nos hablan de la expansión rápida del imperio griego liderado por Alejandro Magno. El cuatro es el número del mundo, ya que en trece años Alejandro conquistó el mundo desde el Oriente hasta la India; las cuatro cabezas representan a los cuatro generales que sucedieron a Alejandro después de su muerte, y que dividieron el imperio en cuatro partes. Murió a los treinta y tres años con las manos vacías. En el sueño de Nabucodonosor representa el color bronce de su abdomen.
La cuarta bestia (Daniel 7:7-8). Esta bestia era diferente a todas las demás, se describe “espantosa y terrible, en gran manera fuerte, la cual tenía unos dientes grandes de hierro, con los cuales devoraba y desmenuzaba y las sobras hollaba con sus pies”. Esto nos sugiere la enorme explotación, sumisión, crímenes y abusos del imperio al cual representa. Habla del imperio romano que seguiría al griego y que cesaría, para después de un periodo de tiempo considerable revivir. Las otras bestias eran representadas por animales. En esta última, lo que se describe es su carácter. Daniel ve que tenía diez cuernos, esto es, diez reyes y un cuerno pequeño, lo cual sugiere al futuro anticristo o último gobernante mundial, el cual será vencido por nuestro Señor Jesucristo. Si observamos esta descripción nos damos cuenta que describe las dos piernas de hierro del sueño de Nabucodonosor y los pies de hierro y barro cocido, representado por los diez cuernos. El imperio romano ya es historia, pero los pies de hierro y barro cocido de la estatua que vio Nabucodonosor corresponden a nuestros días y a los días correspondientes al fin. Vemos que hay un lapso de tiempo entre el imperio romano y el último imperio del cual surgirá el Anticristo.
QUINTO Y ÚLTIMO REINO. (Daniel 7:9-14). EL REINO GLORIOSO DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO. Estos versículos definen el momento en que se dará a Jesucristo el dominio universal, dicho por los profetas. El Anciano de días sugiere la presencia de Dios el Padre. Su gloria y majestad son vistas por Daniel muy parecidas a Juan en Apocalipsis 1. El Anciano de días se sienta como Juez, y aparece “uno como hijo de hombre”, que era uno de los títulos mesiánicos que Jesús usó durante su ministerio terrenal. A Él son dados dominio eterno, gloria y reino, para que todas las naciones, tribus pueblos y lenguas le sirvan. Daniel ve la culminación de los planes de Dios para la humanidad.
Los versículos 15 al 18 refieren la perplejidad de Daniel y su turbación por la visión que se le muestra, que le llevan a preguntar a uno de los asistentes que significaba esta. Y recibe la explicación de lo que ha visto. Los cuatro imperios mundiales que han transcurrido y el último, en el cual los santos del Altísimo recibirán el reino eterno. V. 18.
EL INTÉRPRETE ANÓNIMO EXPLICA A DANIEL SOBRE EL ÚLTIMO IMPERIO: La cuarta bestia y el cuerno pequeño. (Daniel 7:23-28). La cuarta bestia, como ya sabemos, será diferente de todos los reinos ya pasados. El imperio romano como tal, cayó, pero revivirá en el futuro. Pero las naciones que formaban parte del imperio como tribus bárbaras están presentes en lo que hoy es Europa. En nuestros días estas naciones se han agrupado en la Unión Europea y precisamente las naciones de dicha Unión que son más fuertes, son las que antiguamente formaban parte del imperio romano: Gran Bretaña, Francia, Alemania, Suiza, Italia, Portugal, España, Suecia y los Países Bajos. Allí también radica el Vaticano. Nuestra opinión es que entre esas naciones estarán las que le entregaran sus reinos al Anticristo, (el cuerno pequeño). Este, blasfemara contra el Altísimo, quebrantará a sus santos y pensara cambiar el calendario judío por tres años y medio. Esta es la Gran Tribulación a la que se refirió el Señor Jesús en Mt. 24: 21. Pero su dominio le será quitado dando paso al reino eterno y glorioso de nuestro Señor Jesucristo, la piedra que desmenuzará los dedos de los pies de la estatua del sueño de Nabucodonosor.
El pueblo judío ya conoce en qué consiste la abominación desoladora de la que habló el profeta Daniel en el capítulo 8. Allí veremos al macho cabrío y al carnero en su lucha, Grecia y Persia. Los dos cuernos representan a Persia y a Media. Venció el macho cabrío y dicen las Escrituras que de su cuerno salieron otros cuatro, (los cuatro generales que repartieron el imperio griego en cuatro partes) y uno de ellos se engrandeció más que los otros, y creció mucho hacia el sur, hacia el oriente y hacia la tierra gloriosa. Vv. 9 -10. Y se engrandeció hasta el ejército del cielo y parte del ejército y de las estrellas echó por tierra y las pisoteó. Aquí se está hablando de Israel y de cómo este cuerno pequeño, que no fue otro que Antíoco Epífanes, un tipo del Anticristo. Este rey de la antigua Siria, quiso obligar a los judíos a adorar a Zeus, el dios de Grecia y también obligó a los judíos a aceptar su cultura. Finalmente asesinó a multitud de judíos y profanó el templo al entrar a la fuerza en el mismo y sacrificar un cerdo en el altar. El profeta Daniel da a conocer el tiempo que duraría esa profanación. Dos mil trescientos días. Ocurrió entre el 171 a,C. y 165 a. C. Pero en el v. 23 nos parece contemplar más allá de Antíoco Epífanes a su futuro doble, un rey de rostro altivo y fiero que perseguirá despiadadamente al pueblo de los santos durante el periodo de la Tribulación. Será astuto, altivo y engañoso y se levantara contra el Príncipe de los Príncipes, (v. 25) pero este, que no es otro que el Anticristo, será quebrantado por intervención divina. A Daniel se le dijo que la visión era futura.
Conclusión
Brevemente hemos examinado las profecías de Daniel en los capítulos 2, 7 y parte del 8. El sueño de la estatua de Nabucodonosor representando los cuatro imperios mundiales ya pasados, las profecías de las cuatro bestias del capítulo 7 y las dos bestias del capítulo 8. Todos estos imperios tienen algo en común y es que oprimieron al pueblo judío de manera implacable y culminarán oprimiéndole durante la Gran Tribulación en la semana 70 de Daniel, en la cual se desarrollaran los aspectos de las profecías que aún no se han cumplido, el surgimiento del Anticristo y sus diabólicos planes el cual será vencido por el Rey de Reyes y Señor de señores en su Segunda Venida. (Apocalipsis 19: 19-21).
Loida J. González Marzo 16/ 2018.