- Loida Gonzalez
Victoria sobre la muerte 1 Corintios 15
TEXTO AUREO: “Mas ahora, Cristo ha resucitado de los muertos, primicia de los que durmieron es hecho”. 1 Corintios. 15: 20.
INTRODUCCION:
El tema que tratamos hoy no fue consultado por los hermanos corintios. Pablo supo que algunos de ellos estaban siendo confundidos por falsos maestros y negaban la resurrección. Otros negaban, no la resurrección de Jesucristo, sino la resurrección corporal del creyente. No negaban la vida después de la muerte, creían en la inmortalidad del alma, pero tal vez sugerían que seriamos simples seres espirituales, sin cuerpos. Es posible que algunos de ellos aun mantuviesen rezagos de creencias paganas. El paganismo popular argumentaba que los sentidos que rodeaban al alma inmortal eran dados por la naturaleza, pero que no podían disfrutarse después de la tumba. Por eso decían, si tenían dinero:”Comamos y bebamos que mañana moriremos. (32). Algunos de ellos creían, además, que la forma en que el cristiano vivía en esta vida no importaba, y que la seguridad de la inmortalidad del alma era la esencia del evangelio. Pablo refuta esta aberrante visión del evangelio. En este hermoso capítulo de las Escrituras dirigido a los corintios, Pablo explica al detalle, la importancia que reviste para todos los creyentes la resurrección de Cristo y la resurrección del cuerpo del creyente como una consecuencia de ella. El comienza su tema basando la doctrina de la resurrección en el cumplimiento de las profecías, después da una lista de testigos de este hecho. Seguidamente puntualiza el propósito de la resurrección desde el punto de vista doctrinal y finaliza explicando como será el cuerpo que recibirá el creyente en Jesús. Como doctrina fundamental de nuestra fe, es esencial que cada uno de nosotros, tenga una clara convicción de lo que significa este hecho.
Pablo fundamente su enseñanza acerca de la resurrección. 1 Corintios 15: 1-7. No era una nueva doctrina la que les estaba explicando, pero era necesario que les fuera recordada en este momento crítico. (lo que les decían los falsos maestros y la influencia, tal vez, de amigos paganos).
Cristo murió y resucito, conforme a las Escrituras. Isaías 53: 5-12; Salmo 16: 8-10; Oseas 6: 2.La primera doctrina cardinal que le recordaba era la muerte de Jesús por nuestros pecados. El entrego su vida para pagar la pena que nuestros pecados merecían. La muerte de Cristo, su sepultura y resurrección fue conforme a las Escrituras.
Hubo muchos testigos de este hecho. Vv. 5 al 9. Pablo presenta la lista de los testigos oculares de este hecho. Es significativo notar, que al primer discípulo al cual se apareció fue a aquel que lo negó: a Pedro, (Cefas). También apareció al resto de los discípulos y finalmente a más de quinientos hermanos, aclarando, muchos de ellos aun vivían, por lo cual ante la duda, existía la posibilidad de escuchar la narración del magno hecho por boca de testigos fieles. Esto ocurrió en Galilea.
Pablo también es testigo de la resurrección. Vv. 9-11.
2. Propósito de la resurrección. 1 Co. 15: 12 – 34.
Consecuencias de la negación de la resurrección corporal de Cristo. Vv. 12 -19. Negar la resurrección significaba que tampoco Cristo había resucitado. Seguramente los corintios no iban a admitir algo así. Para demostrar la verdad de la resurrección corporal Pablo baso su enseñanza en la resurrección de Cristo.
Si Cristo no resucito también seria vana nuestra fe. V. 14. Una fe vana es sin fundamento. Jesús había dicho que resucitaría al tercer día. Si no resucito era un impostor o estaba sumido en el error, por lo cual no sería digno de confianza. Además sin la resurrección de Cristo no puede haber salvación. Pero gracias damos a Dios por la resurrección de Jesús. Nuestra salvación es segura en El.
Pablo afirma que Jesús si resucito. Vv. 20- 28. El v. 20 afirma que Cristo si resucito de los muertos, como primicias de la resurrección para Dios. Las primicias eran un punado de grano maduro del campo, antes que comenzase la siega. Era una prenda, una garantía de lo que iban a recibir, a probar, a disfrutar. Es el significado de primicia. No quiere decir primero, ya que Lázaro había resucitado, así como el hijo de la viuda de Nain y la hija de Jairo. Pero fueron diferentes a Jesús, porque ellos volvieron a morir y Jesús no. Fue la garantía de la resurrección para los que son de Él.
Por un hombre que peco entro la muerte, también por uno que no peco, entro la vida. Vv. 21 al 28. El hecho glorioso de la resurrección es que marca una notable diferencia. Por el pecado de Adán entro la muerte. Por la muerte y resurrección de Cristo, Dios ofrece la esperanza de vida eterna a todos los que creen en El. Todos seremos vivificados. El v. 23 marca el orden de la resurrección de los muertos: Cristo, primicias, luego, los que son de Cristo, en su venida. Que hermosa esperanza! Los vv. 24 al 28 señalan importantes aspectos: La expresión: “Luego el fin”..o “Después el fin” se refiere a la resurrección de los impíos, es decir, al final del Reino Milenial de Cristo. Cuando El haya abatido a todos sus enemigos habrá una última resurrección pero de los malvados, cuyos nombres no estén en el Libro de la Vida. Es la resurrección de condenación. Después del milenio y de la condenación a los impíos, el Señor Jesús entregara el reino a Dios el Padre. Para ese tiempo, habrá abolido todo principado, autoridad y potencia. Hasta ese momento el Señor Jesucristo estará reinando como el Hijo del Hombre. Al final de los mil años se habrán cumplido todos los propósitos de Dios sobre la tierra. El reinado de Cristo como el Hijo del Hombre, dará paso al reino eterno, y su reinado, como el Hijo de Dios, será eterno. Incluso después que todas las cosas hayan sido puesta bajo sus pies, El mismo estará siendo sometido a Dios el Padre para siempre. Sobre el v. 29 hay muchas conjeturas, pero la que nos parece más acertada, considerando el v. 30 es la que expone, que el bautismo, como acto público de fe en Cristo Jesús, exponía al creyente a la muerte si era acusado de pertenecer a “los del camino”. Es decir, el creyente bautizado podía morir martirizado poco después. Pero esto no detenía a otros a ser salvos y bautizarse. El argumento del Apóstol aquí es que sería una insensatez ser bautizados si no creían en la resurreccion. Tendría esto sentido si no hubiera resurrección? Seguro que no. Tampoco tendría sentido llevar una vida cristiana expuestos a todo tipo de contratiempos si no hubiera resurrección de entre los muertos.
3. Naturaleza del cuerpo resucitado. Vv. 35 al 58.
Ilustración de la naturaleza. Vv. 35 al 38. Una semilla ha de caer en tierra y morir antes de que veamos la nueva planta. Podemos abrir la semilla y ponerla bajo el microscopio y el principio de la vida aun estará oculto a nuestros ojos, pero si la echamos en tierra o, en agua, al poco tiempo veremos la nueva planta. Aquí el principio que ilustra Pablo es lo que se siembra no se vivifica si no muere antes. Hemos visto el proceso de germinación de una semilla? Hazlo! Así tendrás una mejor idea de lo que Pablo explica en su carta.
Lo que se siembra es el grano desnudo, no la planta hecha ya. V. 37. A que conclusión podemos llegar? Es la planta lo mismo que la semilla? No. La planta no es lo mismo que la semilla, pero hay entre ambas una relación vital. Sin la semilla no habría habría nacido una planta. Además, notemos que la planta deriva rasgos de la semilla. “El cuerpo de resurrección tiene una identidad de clase, y una continuidad de sustancia con lo que se siembra, pero queda purificado de corrupción, deshonra y debilidad y hecho incorrupto, glorioso, poderoso y espiritual. Es el mismo cuerpo, pero se siembra en una forma y se levanta en otra”. (Seleccionado del Comentario Bíblico Nuevo Testamento William Mac Donald, pag. 739. Comentario al v. 37).
Diferencia entre el cuerpo natural y el espiritual. Vv 39-49. Pablo ilustra esta porción del capítulo 15, estableciendo la diferencia de la gloria de nuestros cuerpos naturales y la de los celestiales, y compara además, relacionándola con los astros, el brillo o resplandor entre unos y otros. Incluso entre los mismos astros destaca que el sol es más resplandeciente que la luna, y afirma que así será en la resurrección. Cuando el Apóstol habla de “la gloria” se está refiriendo a lo que se destaca en el hombre natural: Belleza, salud, inteligencia, fuerza, todo lo cual es perecedero. Pablo esta destacando, en resumen, que la gloria del cuerpo de resurrección será diferente y superior a la del cuerpo en el tiempo presente. Es evidente por otros pasajes de las Escrituras, que cada cristiano individual será una persona distinta de la otra. Nos asemejaremos moralmente al Señor Jesús, pero físicamente El será diferente de todos nosotros.
Contraste entre el cuerpo del creyente en este tiempo y lo que será en el estado eterno. Vv. 42 al 49. Es notable el contraste. La corrupción de nuestros cuerpos sujetos a distintas enfermedades y finalmente la muerte, es deprimente, seguido a que nuestro cuerpo se siembra en deshonor, pues no hay nada hermoso o majestuoso en un cuerpo muerto, sea quien fuere, se siembra además en debilidad, y se siembra el cuerpo natural. Que transformación maravillosa ocurrirá? Sera un cuerpo incorruptible, glorioso, poderoso, un cuerpo espiritual preparado para el cielo y para disfrutar a plenitud de la vida eterna. Esta será la redención de nuestros cuerpos.
Un misterio revelado: Vv. 54 al 57. Pablo les explica que no todos dormiremos, pero si todos seremos transformados. Esto es que habrá creyentes que estarán vivos en la venida de Cristo y otros habrán muerto, y que en un abrir y cerrar de ojos los muertos en Cristo resucitaran con cuerpos incorruptibles y los que estén vivos serán transformados de igual manera, y será entonces cuando se cumplan las profecías de Isaías 25: 8 “Sorbida es la muerte en victoria” y “Donde esta, oh muerte tu aguijón y donde oh sepulcro tu victoria? Oseas 13: 14. Esta victoria sobre la muerte la alcanzaremos por la resurrección de Jesucristo!
Llamamiento a la fidelidad. V. 58. Con la seguridad que nos ha dado la resurrección de Jesucristo debemos estar firmes y constantes en su obra. Hay una gloriosa esperanza que nos llena de gozo, pues nuestro trabajo en el Señor no es en vano.
CONCLUSION: La gloriosa esperanza que tenemos en Cristo, nos llena de gozo, nos alienta y capacita para seguir adelante, frente a toda circunstancia, no importa lo abrumadora y difícil que esta sea. El poder del Espíritu Santo fortalece la vida del creyente y lo hará hasta que oigamos la final trompeta, anunciando la venida de nuestro Señor y Salvador.
Dios les bendiga!
Loida J. González. Abril 16/ 2017.